Vi que no le gustaba la idea. “Lo que sea”. “Bueno, consiste en girar al bebé desde fuera, tiene sus riesgos pero puede funcionar. Yo no la practico pero hay sitios dónde la hacen”. “¿Se la haría a su mujer? ¿Si fuera su hija?” “No”. Fué tajante.
Me explicó que era girar al bebé a oscuras, sin saber si viene con vuelta de cordón (cosa que podía suponer su ahogo) y que yo tenía poco líquido. Me entró el pánico. “No, no, esperaré a ver si gira sola”. Estaba en la semana 38. Había pocas esperanzas.
Lloré. Lloré amargamente no poder ser madre como siempre lo había soñado, cómo yo tenía pensado. Fui a la matrona muy preocupada a la siguiente clase de preparación al parto. Mi matrona no entendía porque no se hacen partos de nalgas, pero coincidía en que ella no se haría la versión cefálica externa. Allí había madres que habían tenido cesárea y me contaron su experiencia, que no era ni de lejos lo traumática que yo imaginaba. Me decían “tranquila que no es para tanto”. Tal vez había hecho un drama, pero para mí era un drama. Poco a poco, con el paso de los días, me calmé. Tenía que hacerme a la idea de que no me quedaba otra. Me resigné.
33 Comments
Virginia García
25 octubre, 2014 at 07:43Tengo muchas ganas de seguir leyendo la historia. Había leído partos de otras madres, pero de cesáreas… Poco. No imagino como debiste sentirte … cuéntanos el resto! Besos
Eulàlia Carbonell
25 octubre, 2014 at 07:49Lo haré, me he dado cuenta de que lo necesito, que es algo que llevo muy dentro. Gracias por leerlo preciosa! Un besazo 😉
Naikari Naika
25 octubre, 2014 at 09:11Yo me sentí así, pero no con la cesarea, sino con no poder dar el pecho hasta los 4 meses con la primera.
Creo que las hormonas nos juegan muy malas pasadas en esos momentos. Nadie nos lo hecha en cara, pero somos nosotras mismas las que no nos sentimos bien.
Un besin
Eulàlia Carbonell
26 octubre, 2014 at 16:55Estoy contigo, entre ls hormonas y que nos exigimos demasiado…. Un beso guapa!
Smallish Meme
25 octubre, 2014 at 09:31Uff, estoy deseando leer el final de la historia.
Eulàlia Carbonell
26 octubre, 2014 at 16:56Es un final felicísimo!! jejejeje. Os contaré más 😉
Mamá De Verdad
25 octubre, 2014 at 09:42Ainnns esos momentos…. los míos son los 2 de cesárea y vale no es para tanto a lo mjor para hacer un drama pero a mí también me ha marcado mucho eso.
Ya nos seguiras contando
Un besito
Eulàlia Carbonell
26 octubre, 2014 at 16:58Son cosas que marcan debido a las altas expectativas que nos hacemos y a los roles que marca la sociedad, pero en ningún caso deberína condicionarnos… Un besazo guapa!
Xisca M. Esteva
25 octubre, 2014 at 09:41A las que no tenemos nenes aún nos tranquiliza mucho saber que no es para tanto (por si acaso…) y nos ayuda mucho la experiencia de las que ya sois grandes mamás!!!!! Menos mal que cuando llegue la hora podré pedirte consejo! Muchas gracias por compartir todo esto con nosotras. Un
Eulàlia Carbonell
26 octubre, 2014 at 16:57Me alegra escuchar eso! Ya sabes que estaré ahí para toooodooo lo que necesites. Un beso guapa!
Xisca M. Esteva
25 octubre, 2014 at 09:42besazo!
El desvan de vicensi
25 octubre, 2014 at 14:28Me ha encantado leerte. Cada parto es diferente y seguro que el segundo lo tienes natural, mas que nada por que compares, pero la verdad es que tampoco tiene mucha importancia como hayas traido tu hijo al mundo, el caso es que lo tienes. Un beso preciosa.
Eulàlia Carbonell
26 octubre, 2014 at 17:23Tienes toda la razón, ahora visto con distancia lo veo así, pero en su momento… uff! jejeje. Gracias preciosa! Un besazo
Cristina Prieto
25 octubre, 2014 at 15:00Ayyy hija entiendo esa sensación que dices aunque lo mío no tenga nada que ver con el parto. Sé muy bien que cuando la naturaleza nos niega lo que la mente exige todo se derrumba alrededor y es difícil recomponer las piezas.
Sólo puedo decirte que Princess es tu hija, y además una hija preciosa y divina.
Besazosss
Eulàlia Carbonell
26 octubre, 2014 at 17:24Claro que sí, y la quiero más que a nada en el mundo, pero fue durillo hacerse a la idea… Un besazo preciosa!
Nuria, Criar Sentir Vivir
25 octubre, 2014 at 15:16Imagino como te debiste sentir. Que duras tuvieron que ser esas semanas que te quedaban de embarazo. Pero lo más importante es que tu pequeña estuviera bien.
Un beso muy fuerte!
Por cierto, ya he respondido la encuesta!! Que difícil la has puesto!! Si me gusta todo!! Jijijiji
Eulàlia Carbonell
26 octubre, 2014 at 17:24Fueron muy muy duras, pero lo importante es que era lo mejor para las dos… gracias por contestarla preciosa. Un besazo!
Nueve meses Y un día después
25 octubre, 2014 at 17:39Ay, yo creo que todas tememos que nos digan eso. Tengo una amiga que decía que se sentía una madre de segunda. De hecho, que no fuera un parto vaginal le ha dejado huella y ha transformado totalmente su visión de la maternidad y crianza. Pero vamos, a todas las que pregunto, recuperación exprés y cero problemas con la lactancia. Y yo que tuve un postparto de un mes y dos primeros meses de lactancia terribles. En fin, que las cosas vienen como vienen y, como dices, luego no son tan malas como parecen. La maternidad es una carrera de fondo. No creo que haya cosas concretas que determinen qué madre se es. Es el día a día, con nuestros aciertos y errores. Muchos besos
Eulàlia Carbonell
26 octubre, 2014 at 17:26Yo tanto como eso no, pero antes de tenerla en mis brazos sentía que sí. Luego la vi y se me pasaron todos los males, aunque marcar, marca. Claro que eso no determina nada, pero eran mis sentimientos al saberlo, luego por suerte cambiaron. Un beso guapa!
Cristina Bienvenida
25 octubre, 2014 at 21:22Puedo entender que prefirieras vivir un parto vaginal, pero no que pensaras que ibas a ser menos madre, o madre de segunda. Tuviste a princess en tu interior, la formaste y la hiciste nacer, aunque sea por cesárea. Además con lo madraza que eres!! Por cierto me quedo con muchas ganas de seguir leyendo…
Un besazo!
Eulàlia Carbonell
26 octubre, 2014 at 17:27Ya te digo no sé si las hormonas, las expectativas, la presión… nosé. El caso es que me sentí fatal, como si no fuera capaz ni de traerla al mundo. Pero bueno, al verla se me quitaron todos los males y angustias y no pienso para nada que sea menos madre, eh? 😉 Un besazo guapa!
Pepita Gominola
26 octubre, 2014 at 09:33Te sigo, te acabo de descubrir. Compartimos la mejor profesión del mundo mundial!! Un abrazo 😉
Eulàlia Carbonell
26 octubre, 2014 at 17:27Muchas gracias guapa! La verdad que sí, tenemos una profesión preciosa y muy gratificante. Yo también te sigo desde ya! Un besazo 😉
mallorkids.com
26 octubre, 2014 at 21:32Jo eulalia. Vaya relato, se nota que lo has escrito con el corazón. Pero una que ha tenido dos partos vaginales te dice que no siempre sale bien y que algo bonito en los libros puede acabr en desgracia. Ninguno de mis partos salió bien, sobretodo el primero que tuve una atonia uterina (primera causa de muerte en los partos hace años), perdí tanta sangre que estuve enchufada en oxigeno y con transfusiones de sangre que apenas pude coger a mi pequeña los dos primeros dias, y dar pecho suponia un esfuerzo sobrenatural durante muchas semanas. Por lo que si me hubieran avisado de eso, seguramente hubiera elegido la cesarea sin duda… Casos bonitos de partos naturales hay muchos, pero partos complicados por desgracia muchos también…
Eulàlia Carbonell
5 noviembre, 2014 at 17:29Tienes razón Patricia, hay partos y partos. Y la verdad, para que fuera un parto complicado y acabar en cesárea mejor así, lo prefiero. Muchas gracias por tu comentario y tu testimoni preciosa. Un besazo
Gololo Toin
26 octubre, 2014 at 21:56Vaya! Qué penita me da leer estas cosas. Yo es que siempre he tenido muy claro que lo de ser mamá es un día a día y el que hayas sido buena o mala lo irá diciendo el tiempo. Lo importante era tener a mi peque sano, el parto… Me daba igual. El fin era lo importante. Un abrazo y un besote guapa!
Eulàlia Carbonell
5 noviembre, 2014 at 17:30Luego pensándolo fríamente pienso igual, pero en aquel momento lo tenía tan idealizado que supuso un shock, pero bueno, nada que no superar al tener a Princess en brazos, eh? Gracias guapa! Un besazo 😉
Paqui Haro
27 octubre, 2014 at 17:32Yo el primero cesárea y la segunda estaba echa a la cesárea y fue natural…. Lo importante que ellos vengan bien 🙂
Eulàlia Carbonell
5 noviembre, 2014 at 17:31Claro que sí, lo que importa es que nazcan sanos! Pero de aquellas lo pasé realmente mal. Un besazo guapa!
Seoane Melliz
29 octubre, 2014 at 23:41Hola: te acabo de descubrir , ¡tienes un blog muy bonito!.
Los dos míos también fueron por cesárea , y ni aquel extenuante día de parto me quedó pesar ni después, porque no había remedio ¡Qué culpa tenemos nosotras, los dos míos no querían salir de ninguna manera, estaban la mar de a gusto dentro y ya estaban pasados de semanas , así el primero me nació con 4 kg , el segundo no , como algo menos. Ya bastante tenemos que nos abren y que es una operación riesgosa como para sentir culpa también . Yo encima quedé muy débil porque perdí mucha sangre.
Te sigo ya.
Eulàlia Carbonell
5 noviembre, 2014 at 17:32Hola guapísima! Muchas gracias! Tienes razón, a ver qué culpa tendremos, pero yo es que soy muy tontuca con estas cosas, jejeje. Un besazo guapa! Me apso a verte en cuanto tenga un ratín 😉
Baberos Y Claquetas
30 octubre, 2014 at 00:42Te comenté desde el móvil, pero no se guardó. Te decía que nos hacemos la idea durante el embarazo de tener ese parto del que hablan como "perfecto", el parto natural, el parto a solas, el parto soñado. Cuando la cruda realidad nos pega de golpe no sabemos muy bien como reaccionar. Tengo una amiga que vivió una situación parecida, al final consiguió un parto de nalgas, se libró de la cesárea pero en su caso tuvo un desgarro horrible. Después de 15 meses está esperando a ser operada para arreglar la carnicería que la hicieron. Un abrazo enorme!
Eulàlia Carbonell
5 noviembre, 2014 at 17:33Exacto, es eso mismo que cuentas. `Pobre! Casi que prefiero la cesárea. A mi no me dieron opción al parto de nalgas, y al final la experiencia no fue tan traumática. Un besazo guapa!