Aquí tenéis la tercera, y última, entrega del relato de mi cesárea. Si queréis leer sus inicios o los capítulos anteriores os los dejo aquí:
Os estaba contando que en media hora me metían en quirófano… Yo creo que es la media hora más larga que hemos vivido mi marido y yo… Era para vernos. Cargados con las bolsas (mía y de la peque) y con cara de desamparados. Mirando al infinito. Cogidos fuertemente de la mano. Yo aterrorizada, con mucho miedo a lo desconocido y el no saber qué me esperaba. Él nervioso y preocupado por las dos, porque todo saliera bien. “Cariño, te llaman” “Ai, sí!” Me levanté automáticamente.
Entramos en un paritorio. Dejamos las cosas. Me piden que me desvista y me ponga una bata del hospital. Mi marido se mofa de mí e intenta hacerme reír. Incluso me saca fotos. Yo sólo quiero que esto termine (aunque he de reconocer que cuando veo la foto alguna sonrisa me saca entre eso y sus payasadas).
A partir de ahí todo fue rapidísimo. Vinieron a buscarme, me metieron en quirófano y mi marido se quedó esperándome en aquel paritorio. Nada más entrar el anestesista, las enfermeras y el cirujano se presentaron. Mi ginecólogo ya estaba allí, me tranquilizó y me contó lo que me harían brevemente. Me pusieron la epidural y me tumbaron. Levantaron mi camisón y me lo dejaron a modo de cortina delante para que no viera lo que estaba sucediendo. No lo veía no, pero lo oía y lo sentía todo.
Jamás olvidaré esa sensación de indefensión allí tumbada y atada, mientras me impacientaba por verla y pensaba en mi marido. Ni ése olor a carne “quemada” cuando quemaban los capilares para que no sangrara en exceso la herida. Tampoco olvidaré jamás la voz de mi ginecólogo diciéndome “¡Eulàlia! ¡Es preciosa! ¿Tienes familia alemana o algo? ¡Porque es blanca y rubia a más no poder!” Yo me eché a llorar. “Mi padre era muy rubio de pequeño” es lo único que pude decir. No podía ni secarme las lágrimas. Pero lo peor fue no poder tocarla. Me la trajeron, la besé, pero no pude abrazarla, ni acariciarla. “Hola mi vida, ya estás aquí con nosotros. Bienvenida”. Y se la llevaron. Al oír mis sollozos mi ginecólogo, que no puede ser más atento, me dijo que no me preocupara, que estaba perfecta y la llevaban con papá, que en unos minutos me podría reunir con ellos.
Me cuenta mi marido que salió la matrona con ella en brazos y fue directa a dónde estaba él. “No hace falta preguntar quién es el padre”. Y no la hacía. Él casi se desmaya de la emoción al verla. Subió con ella a la habitación a esperarme.
Y volviendo a mi… En 20 minutos terminaron conmigo. Me limpiaron, noté cada una de las gasas empapadas que limpiaban mi interior, aunque no me dolía nada. Me cosieron. Se despidieron todos muy amablemente de mí dándome la enhorabuena y me llevaron a otra sala. “Oye, ¿Cuándo podré ir con mi marido y mi hija?” El enfermero se acercó. “Cuando puedas mover las piernas”. “Ya puedo mira”. Y aunque yo estaba convencida de que se movían, él se puso a reír. “En un ratito se te despiertan y te llevo”. Un ratito… ¡una hora! La hora más larga e interminable de mi vida que me pasé intentando levantar las piernas.
Por fin me subieron y allí estaban ellos. Papá sentado frente a la cunita mirando a Princess, que lloraba y lloraba. “Ya no sé qué hacer, la enfermera dice que tiene hambre y que vendrá a explicarte cómo se hace”. “No podemos esperar, ya hemos perdido demasiado tiempo”. Le pedí que me acercara a Princess y me la puse al pecho. Se enganchó enseguida, hambrienta. “Ya puedes llamar a todos papá”. Y así empieza mi nueva vida, como madre, el día más feliz de mi vida hasta el momento.
¿Tuvisteis parto o cesárea? ¿Cómo fue vuestra cesárea? ¿Tuvisteis una experiencia similar a la mía? ¿Cómo fue ése primer momento de verle la carita? Contadme, contadme.
24 Comments
Cristina Bienvenida
19 noviembre, 2014 at 11:20Qué bonito por favorrrr. Y lo peor esa hora interminable de no poder verla ni tocarla… Yo lo toqué, abracé y besé, pero a los 5 minutos se lo llevaron, y tardé en verlo 17 horas, las más largas de mi vida… Yo creo que por eso ahora me cuesta horrores separarme de él!!
Un beso guapa y enhorabuena!!
Eulàlia Carbonell
20 noviembre, 2014 at 14:26Gracais guapa! Si, sin duda lo peor es que te separen de ellos… Un besazo
Nueve meses Y un día después
19 noviembre, 2014 at 15:45Ay qué llorera. Menuda tarde llevo de cosas emotivas. Desde luego que se te tuvo que hacer eterno. No sé por qué atan a las mamis. Tendrá su explicación. Pero lo de no dar al bebé eso sí que no la tiene. Pero bueno, todo salió bien y tenéis toda la vida por delante. Yo tuve un mierderparto inducido. En el blog lo cuento, no sé si lo has visto. Un besote. Han estado muy chulas las entradas de la cesárea
Eulàlia Carbonell
20 noviembre, 2014 at 14:29Hola guapa! Leí algunos capítulos pero tengo pendiente terminarlo. Lo haré esta semana. Un besazo y gracias preciosa
Krika Alcaide
19 noviembre, 2014 at 16:09Jolines Eulalia, me has hecho llorar! Qué momento más bonito conocer a tu pequeña. Un beso a los tres!!
Eulàlia Carbonell
20 noviembre, 2014 at 14:29La verdad es que pese a todo fue algo precioso. Un besazo guapa
Maricarmen Lop
19 noviembre, 2014 at 16:17Me he leído las cuatro entradas del tirón. Me ha encantado, lástima la separación de una hora, al menos luego se enganchó bien. Yo aún no he contado mi parto, fue muy duro, algún día lo haré. Besos.
Eulàlia Carbonell
20 noviembre, 2014 at 14:30Chica lista! Lo esperamos con ganas. Un besazo 😉
GololoyToin
19 noviembre, 2014 at 15:44Nada, lo mío dos partos naturales y bastante rapiditos, la verdad. No me separé de ellos en ningún momento y eso es lo mejor… Uf! Una hora hasta volver a verla, qué eterno se te haría! Venga, a x el/la segunda para ver si es parto natural ;P un beso
Eulàlia Carbonell
20 noviembre, 2014 at 14:26Qué suerte! Creo que aun esperaré un poco para lo del segundo… jejejeje. Un besazo
Baberos Y Claquetas
20 noviembre, 2014 at 15:36Me quedo con lo bonito, con ese primer encuentro, con los 3 al fin juntos. Pero no entiendo la hora de separación, de verdad que no, ya sabes que Vikingo nació por Cesárea y en cuanto me cosieron ya estábamos los 3 juntos. Mis chicos ya llevaban tiempo piel con piel. Me mata que aún haya hospitales que no entiendan la necesidad del recién nacido de estar junto a la piel de sus padres, la necesidad de una mujer de estar con su bebé. Un abrazo enorme.
Eulàlia Carbonell
24 octubre, 2015 at 08:45Totalmente de acuerdo. Yo tampoco termino de entenderlo, igual que no entiendo porque no se humanizan un poco más las cesáreas, pero espero que todo llegue. Un besote preciosa 😉
Melli Mamá
20 noviembre, 2014 at 22:06Qué bonito final!!! Me encantan las historias de partos! El nuestro también fue por cesárea después de una larga jornada preparada para parto natural, pero al no haber dilatación y con mellizos, hubo cambio de planes. También estuvimos separados, pero porque yo tuve una descompensación y pérdida de sangre, pero luego de unas 3 horas, nos encontramos y nunca más nos separamos!. Algún día también contaré en el blog el parto doble.
Un beso grande, guapísima!
Eulàlia Carbonell
24 octubre, 2015 at 08:47Si hay motivos me parece estupendo que haya que estar separado un ratito, pero en nuestro caso no los había. Estábamos las dos genial y no había necesidad de separarnos. Pero bueno, me quedo con lo positivo. Oye, pues me encantaría que nos contaras porque sobre partos dobles sí que no he leiod nada de nada. Un besote
Nuria, Criar Sentir Vivir
20 noviembre, 2014 at 23:53Oh! Debió ser una hora interminable!!!! Madre mía! Lo mío fue parto las dos veces y bastante rápido la verdad. Gracias por compartir tu experiencia! Un beso.
Eulàlia Carbonell
24 octubre, 2015 at 08:47Se me hizo muuuy larga, sí. Muchas gracias guapísima. Un besote
Mama De Verdad
26 noviembre, 2014 at 16:22Es preciosa tu historia. Mi cesarea fue bastante más traumatica la verdad.
Ainnns q bonito post
Un besazo
Eulàlia Carbonell
24 octubre, 2015 at 08:48Muchas gracias guapísima! A mi me puso sensiblona recordarlo todo, pero así no se me olvidará ningún detalle con los años. Un besazo guapa 😉
Cuéntamelo Bajito
6 julio, 2015 at 22:51Ohhhh como te entiendo durante esa hora que os separaron. Yo estuve más tiempo y es horrible.
Me traían fotos de mi hijo con el móvil y yo seguía en recuperación y el en neonatos.
Que bien que se enganchase sin problema!
Me alegra que todo saliese bien.
Un besote!
Eulàlia Carbonell
24 octubre, 2015 at 08:49Eso tiene que ser durísimo también. Por suerte al final lo que cuenta es que todo esté bien y podamos volver juntos a casa, ¿verdad? Un besazo y miles de gracias guapa
Montse de Mi mamá me mima y me cocina
29 marzo, 2016 at 14:38A mi me provocaron el parto por preeclampsia y después de unas horas y no dilatar me hicieron cesárea. Me he sentido muy identificada en el rato que te tienen sola en el postoperatorio, para mí lo peor de todo. Saludos!!
Montse de Mi mamá me mima y me cocina
29 marzo, 2016 at 14:38A mi me provocaron el parto por preeclampsia y después de unas horas y no dilatar me hicieron cesárea. Me he sentido muy identificada en el rato que te tienen sola en el postoperatorio, para mí lo peor de todo. Saludos!!
Izaya Iglesias
27 junio, 2016 at 17:36Ains,algún día tendré fuerzas para abrir las puertas de mis cesáreas ???cada una tiene su historia…me alegro que saliera bien todo con Princess
deliukah
16 octubre, 2016 at 18:29Me he emocionado mucho con tu relato porque me he sentido muy identificada con lo que cuentas, es tal y como sucedio en mi primer parto por cesarea. En el segundo y gracias a una matrona que fue majisima pude tener a mi bebe piel con piel en el quirofano. Creo que aun queda mucho por hacer en los partos por cesarea como dejar entrar a los papis que lo deseen (yo eche en falta muchisimo a mi marido en esos momentos) o no separarte de tu bebe una hora!