Cómo mejorar la autoestima de nuestros niños y adolescentes

La autoestima es la percepción global que uno tiene de sí mismo. En ella influyen tres factores clave: cómo somos, cómo nos vemos y cómo nos ven. En base a esas tres realidades, cada ser humano construye su autoestima y eso hay que tenerlo muy en cuenta a la hora de educar, porque el papel que juegan padres y educadores es esencial para la autoestima de los niños y adolescentes.

La autoestima es un factor determinante para la personalidad de un ser humano y que va a condicionar sus relaciones con el entorno y las demás personas. Por ello, que nuestros niños y adolescentes tengan una autoestima saludable debería ser uno de nuestros principales objetivos como educadores.

Fíjate que he dicho autoestima saludable, no alta autoestima. En la autoestima, como casi todo en la vida, los extremos no son buenos. Una baja autoestima influirá negativamente en nosotros y en las relaciones con los demás, pero también lo hará una alta autoestima (llegando en algunos casos al narcicismo más puro). Por eso la autoestima no debe ser alta ni baja, buena ni mala, simplemente ha de ser saludable.

El papel de la familia en la autoestima de niños y adolescentes

Para ser un buen ejemplo y fomentar una autoestima saludable en niños y adolescentes, los padres debemos, primero, analizar la nuestra y trabajarla lo que sea necesario. Un padre (o madre) con una autoestima sana da más seguridad y refuerza más la autoestima de sus hijos. Por no hablar de que el ejemplo es el mejor maestro cómo ya te conté cuando hablamos del hábito lector.

Después de varios estudios con diferentes modelos educativos, está demostrado que aquellos niños que tienen en casa mucha autoridad (límites) y mucho amor son los más exitosos y los que menos éxito tienen son los que en casa tuvieron mucho amor pero muy poca autoridad. Por eso es importante, también para la autoestima de nuestros niños y adolescentes, que haya unos límites claros (hablaremos de ello más adelante).

Como padres y educadores, tenemos que evitar caer en el elogio excesivo y vacío, puesto que éste no contribuye a una autoestima sana sino a una autoestima alta, dando como resultado niños y adolescentes que se creen perfectos y pueden ser hasta repelentes. No hay que elogiar nunca a la persona, sino elogiar la conducta y el esfuerzo. Por ejemplo, si nuestro hijo tiene que hacer una manualidad para el cole y no le ha salido demasiado bien no le diremos “es perfecta cariño, si es que eres un artista” porque al llegar al cole ya se encargarán sus compañeros de decirle que no es verdad, le diremos algo tipo “me ha encantado ver lo mucho que te esforzabas haciendo esa manualidad para el cole”.

Nuestros hijos no son perfectos, nosotros tampoco. No pasa nada si uno se equivoca o hace algo mal, siempre y cuando se haya esforzado al máximo por conseguirlo. Tienen que ver que a nosotros tampoco nos da miedo equivocarnos y que no pasa nada si lo hacemos, de los errores se aprende mucho.

Tanto el castigo como el halago no nos sirven para educar ni para que nuestros hijos desarrollen una autoestima sana, hay que dejar de centrarse en la persona y centrarse en la conducta. Hay que tener mucho cuidado con las expectativas y las etiquetas, buenas o malas, que ponemos a nuestros niños y adolescentes puesto que puede producirse lo que se llama Efecto Pigmalión (que consiste en que sientan la necesidad de responder a esa etiquetas y hagan todo lo posible para satisfacerla).

La familia es clave para un buen desarrollo de la autoestima de niños y adolescentes. Es muy importante darles seguridad desde temprana edad para llegar con una buena autoestima a la adolescencia, ya que se trata de una etapa convulsa en que todo se les tambalea, cuanto más fuertes sean sus cimientos, mejor. Hay que tener muy en cuenta que un niño o adolescente con una autoestima sana no tendrá miedo a salir de su zona de confort.

La autoestima en la adolescencia

La adolescencia es una etapa clave para la autoestima de todo ser humano, si bien es cierto que no hay que esperar a la adolescencia y hay que trabajarla mucho antes, esta etapa será especialmente sensible e importante para la autoestima de nuestros jóvenes.

La autoestima cambia en función de las circunstancias que vivimos, y eso en los adolescentes se ve mucho más. Por ejemplo, se ha comprado un jersei que le encanta y le queda genial, pero alguien en el instituto se ríe o le dice que es horroroso. Si no tiene una autoestima sana no se lo va a volver a poner. Esto hay que tenerlo muy en cuenta porque podemos ayudar mucho en ese sentido o nuestros comentarios les pueden hundir.

Hay que tener muy en cuenta que es una etapa complicadísima a nivel hormonal, de cambios físicos y fisiológicos muy drásticos, y que todo ello afectará a la autoestima de nuestros adolescentes. Es muy importante haber trabajado mucho la autoestima en la infancia para que lleguen a la adolescencia con una autoestima sana.

En esta etapa, los límites son cruciales para su buen desarrollo y para su autoestima. Los adolescentes, por norma general, suelen ser bastante manipuladores (es algo de la etapa, no es que hayamos hecho nada mal), como padres y educadores tenemos que saberlo y actuar en consecuencia. Por eso es muy útil, por ejemplo, dejar los acuerdos importantes por escrito para que luego no intenten darle la vuelta o matizar el acuerdo. Además, así evitamos discusiones innecesarias.

Hablaremos de los límites y las consecuencias la semana que viene, puesto que es un tema importante y extenso.

Pautas para mejorar la autoestima de nuestros niños y adolescentes

Resumiendo un poco todo lo dicho anteriormente, las pautas más importantes son:

• Fomentar la autonomía y dar responsabilidades
• Reforzar positivamente el esfuerzo, independientemente del resultado
• Centrarse en la conducta a cambiar y no personalizar (no es tonto, ha hecho una tontería)
• Enseñar a cometer errores y aprender de ello
• Dejar claro que nuestro amor es incondicional (les queremos por quienes son, no por las cosas que hacen)
• Tener tiempo de calidad con ellos, de contacto físico y de comunicación
• Tener en cuenta sus opiniones

¿Cómo lo ves? ¿Cómo les refuerzas la autoestima en casa? Me encantaría saber tu opinión en los comentarios 😉