Amamantar es una experiencia única que, además de ser lo mejor para nuestros hijos, contribuye a crear un vínculo muy especial entre mamá y bebé. Lo que a mí me encantaba de dar el pecho a Princess era que aquel rato era solo nuestro, de nadie más. Nos metíamos las dos en la habitación, nos tumbábamos en la cama (por mi cicatriz de la cesárea, y luego por costumbre) y ese rato era solo nuestro. Sin distracciones. Sólo ella y yo. Y el mundo desparecía. Si bien es cierto que en la lactancia no todo es bonito, ni mucho menos, esos momentos hacian que todo el esfuerzo valiera la pena. En ése momento no podía más que dar gracias por poder vivir esa experiencia, una de las mejores que he vivido.
Pero, ¿cuándo y cómo destetarla? ¿Hay un límite? ¿Quién lo pone? Pues bien, nosotras. Nadie más. Cada madre y cada niño deciden cuando, cómo y por qué. Y lo mejor es hacerlo de manera respetuosa para ambos. Cuando Princess cumplió los 10 meses, yo estaba empezando a valorar la idea de destetarla para las vacaciones de Navidad. Lo tenía bastante claro, por motivos que no vienen al caso (pero que eran mis motivos), así que empezé a pensar en cómo hacerlo para que ninguna de las dos sufriéramos. Yo temía sentirme vacía e inútil, pero sobretodo temía que ella lo pasara mal. Leyendo a Mi pediatra online encontré la solución: el destete respetuoso. Éste consiste en una máxima clara “No ofrecer, no negar“. Así lo haré, pensé, no le ofreceré el pecho, pero si ella lo pide no se lo negaré jamás. Estaba decidida, en Navidades empezábamos.
Pero es que mi Princess es muy autónoma y tiene mucha personalidad, desde siempre, y le gusta decidir las cosas por ella misma. Así que más o menos tres semanas antes de Navidad, de aquella ya sólo tomaba pecho mañana y noche, decidió que por la mañana ya no quería. Una mañana le ofrecí el pecho y se negó. Le ofrecí el otro i igual. Lo volví a intentar al rato. Nada. No había forma. Le preparé un biberón y se lo bebió en un momento. De noche tomó pecho con normalidad. Igual es cosa de un día, pensé. Pero a la mañana siguiente igual. No quiso el pecho, ninguno de los dos. “mamá, bibi”. Ella lo tenía claro. Le preparé el biberón con una sensación rara en el estómago. Esta situación duró unos 15 días: por la manaña biberón, por la noche pecho. Pasado este tiempo decidió hacer lo mismo por las noches. Una noche rechazó el pecho, los dos, y me pidió el biberón. Y ya no hubo vuelta atrás. Yo en parte estaba contenta, porque lo había decidido ella y había sido fácil. Sin traumas. Sin lloros. Pero también algo triste, porque esos preciosos instantes que vivíamos, esos momentos únicos y sólo nuestros, se acababan. Por supuesto los hemos suplido por otros también muy especiales, pero a veces me gustaría volver atrás en el tiempo y revivirlos. Sólo a veces 😉
¿Y vosotros, ya habéis pensado en el destete? ¿Cómo lo planteais? Y si ya habéis pasado por eso, ¿cómo fue vuestra experiencia? Contadme, contadme 😉
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8 Comments
GololoyToin
4 febrero, 2015 at 12:15Qué bien que haya sido tan sencillo y sin traumas. Yo a los míos solo les di bibi, así que desconozco parte de esa sensación ;). Un besote
Mónica Rodríguez García
4 febrero, 2015 at 15:29Aún no me lo he planteado, bueno en realidad no me lo quiero plantear, porque hace tiempo decidí que será mi hija la que elija en que momento ya no quiere más pecho, aunque no me hago a la idea, y me da bastante miedo que llegué ese día …
AnimalitosTúyYo SoniadelFaces
4 febrero, 2015 at 15:32Me alegro que no fuese complicado por ninguna de las dos partes y que os fuera bien. Llevamos 12 meses de lactancia y aún no me he planteado el destete, no obstante, creo que cuando llegue el momento, me va a resultar un poco duro, después de meses de tanto amor y tanta teta (con dificultades de por medio, eso sí). Una pregunta, si no es indiscreción: ¿al dejar ella de tomar, tú dejaste de produir leche enseguida? besitos!
Mamá Tijeras
4 febrero, 2015 at 22:17Ay madre que bien te ha salido, a mí no me va a salir así, yo sigo lo mismo, no ofrezco no niego el problema es ese que ella dice "mamá teta" y eso que por las mañanas ya toma su vaso de leche pero durante el día me viene alguna vez se me acurruca y dice "mamá teta" y seguimos…
Baberos Y Claquetas
5 febrero, 2015 at 01:43Entiendo esa sensación, a mi me pasó pero cuando Vikingo tenía 4 meses. En su momento me planteé que era su decisión, aunque seguí con el sacaleches hasta que ni con esas quería. Ahora pienso que quizás tuve que insistir más, lo cierto es que cuando ocurre te alegras de que hayan sido ellos los que han tomado la decisión, pero ese nudo, esa sensación es bastante dura. Un besazo y ya nos irás contando.
Cristina Prieto
8 febrero, 2015 at 20:59Creo que en breves me tocará hablar del destete de mi hija… y no tiro cohetes precisamente. Pero bueno, tú piensa que con los hijos todo son etapas; unas se acaban y otras empiezan, y todas son igual de especiales.
Besotes preciosaaa
Krika Alcaide
11 febrero, 2015 at 20:46Perfecto que al final lo decidiera ella! yo tengo una deuda pendiente con la lactancia, al mayor le dí nada más que un mes por desinformación y al peque estuve 6 meses y lo dejé yo porque como habían sido los dos embarazos seguidos ya estaba saturada, el caso es que lo echo mucho de menos y ahora me arrepiento un montón, así que con el tercero pienso darle teta hasta que se la de la novia! jajajaja
Cambio a su habitación: así lo hicimos - Princess & Owl Stories
10 marzo, 2017 at 21:23[…] conveniente teniendo en cuenta los ritmos de su peque. Cómo os conté cuando os narré nuestro Destete respetuoso, yo tenía intención de quitarle el pecho a Princess en las vacaciones navideñas, por si no me […]