Gracias a Sprinter he descubierto su Aburrigym y he podido asistir a unos talleres súper recomendables sobre el aburrimiento y la creatividad de la mano de Va de cuentos.
Para empezar, el concepto “Aburrigym” me parece maravilloso. Se trata de “entrenar” el aburrimiento. Porque el aburrimiento tienes numerosos beneficios y es todo un arte. El arte de aburrirse.
Y de eso precisamente hablamos en los talleres con Beatriz Pérez de Va de cuentos . De lo importante y beneficioso para los peques que es aburrirse y del maravilloso mundo que se abre ante ellos cuando eso pasa.
Porque algo maravilloso del aburrimiento es que da paso a la creatividad. Cuando un niño se aburre, busca la forma de dejar de hacerlo por él mismo y eso le lleva al autoconocimiento, a preguntarse qué le gusta, a buscar estrategias, a poner en marcha el pensamiento divergente… y ahí es cuando nace la creatividad.
Además de reflexionar sobre lo importante que es aburrirse y aprender a gestionarlo, sobretodo en la sociedad en que vivimos en que todo es inmediato, no sabemos/queremos esperar…, hablamos de un montón de libros y cuentos para acompañar ese proceso tan necesario e importante para el desarrollo de nuestros peques.
Estos talleres, que mezclaban explicaciones más teóricas y reflexiones con recomendaciones de libros y cuentos, así como varios cuentacuentos, son una manera maravillosa de aprender puesto que parten de cosas que ya sabemos, como padres y educadores, conectan con la realidad que vivimos y nos aportan nuevos recursos para educar a nuestros peques. Han sido, estos talleres, una inspiración y una reflexión, para enfocar el aburrimiento desde el punto de vista educativo.
Pero vamos a la miga, que estoy aquí para contarte todo lo que he aprendido (y corroborado) sobre el aburrimiento, su importancia y cómo éste abre la puerta a la creatividad.
Hoy en día, los niños tienen demasiados estímulos exteriores y demasiadas actividades extraescolares o programadas (a veces proyectadas por sus padres) y es que se aburran para conectar con sus necesidades y gustos, crear un espacio de reflexión, de autoconocimiento. Tienen que aprender a gestionar la frustración, un aprendizaje valiosísimo, y las cosas aprenden a gestionarse cuando suceden. Hay que vivir el aburrimiento como una oportunidad.
No hacer nada les enseña a tener paciencia, a escucharse, a ser resilientes…. Pensemos en el aburrimiento como una oportunidad ya que les activa el cerebro para “salir de esa situación”. Y ahí entra la creatividad.
Como padres, tenemos que crear un entorno adecuado para aburrirse, dejando a su alcance materiales para que puedan jugar, experimentar y vivenciar. No pasa nada si se ensucian, si algo se rompe, si no lo usa como habíamos pensado. Se trata, simplemente, de dejar a su alcance juguetes y materiales en los que el niño tenga que tener un papel activo.: juegos de clasificación, piezas básicas, elementos naturales… Hay que intentar prescindir de materiales pasivos y/o electrónicos, igual que evitar el abuso de pantallas.
Y sobretodo, respetar el proceso creativo, que sucede cuando uno se aburre, y no fijarnos sólo en el resultado de éste. Si tu hijo te dice “Me aburro” respóndele “Qué te apetece?” y ábrele un mundo de posibilidades.
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