Las adaptaciones curriculares en secundaria

La semana pasada hablé del enriquecimiento curricular o aceleración en secundaria, que es una adaptación al alza de los contenidos curriculares y mencioné que se hacen pocas, aunque cada vez más, adaptaciones al alza y muchas a la baja.

Así que como te prometí, hoy vengo a hablar de las adaptaciones curriculares en general, sobretodo de las que se hacen a la baja, para que entendamos qué son, a qué alumnos se aplican y qué consecuencias, positivas y no tan positivas, pueden tener para los alumnos.

Como siempre, la etapa de referencia es secundaria, aunque estas adaptaciones también pueden y deben hacerse en primaria. Como ya dije la semana pasada, es esencial que se informe a la familia de la aplicación de estas adaptaciones (algunas necesitan del consentimiento familiar y otras no) y deben constar en los boletines oficiales de notas del alumno.

¿Qué son?

Como su propio nombre indica, las adaptaciones curriculares son estrategias educativas que consisten en adaptar el currículum (contenidos de cada curso, ciclo o etapa) a las necesidades concretas de los alumnos. Estas adaptaciones se realizan a nivel de la programación de aula atendiendo a las necesidades concretas de los alumnos.

Para que nos entendamos, cada asignatura tiene un currículum qué marca qué contenidos se tienen que ver y con qué estándares se comprueba si se han alcanzado (entre otras cosas). Éstos se concretan, para cada curso escolar, en las programaciones docentes que elaboran los departamentos didácticos. Cuando hay alumnos que tienen necesidades especiales (distintas, en cualquier sentido, a lo estándard), en la programación de aula del docente que imparte la materia (lo que hacemos día a día) se elaboran estas adaptaciones curriculares personalizadas atendiendo a las necesidades especiales de cada alumno.

Las adaptaciones curriculares son un derecho que tienen los alumnos, sobretodo los alumnos con NESE, que viene recogido en la LOMCE y la normativa de Atención a la diversidad de cada comunidad autónoma. En el caso de Baleares, esta información está recogida en el Decret 39/2011.

Finalmente añadir que es el docente de cada asignatura, en coordinación con el Departamento de Orientación del centro, el que decide cuándo y cómo aplicar estas adaptaciones.

Tipos de adaptaciones curriculares

En general, hay dos tipos de adaptaciones curriculares, las signficativas (ACS) y las no significativas (ACNS) también conocidas como “refuerzo”, que incluirían también las adaptaciones de acceso. En los dos casos, estas adaptaciones se realizan por asignaturas, no a nivel general en todo un nivel, si no específicamente en las asignaturas en las que alumno necesita esa ayuda para alcanzar los objetivos del curso.

Estas adaptaciones, tienen el objetivo, generalmente, de hacer que el alumno pueda avanzar hasta el nivel o contenidos que están cursando sus compañeros y que pertenecen al curso en el que está matriculado. Es decir, el objetivo es ayudar al alumno a ponerse al día para que puede llegar al mismo punto que el resto y que se le puedan retirar las adaptaciones.

Otra cosa a tener en cuenta es que cuantas menos mejor. Aunque un alumno reúna los “requisitos” para tener adaptación curricular (significativa o no) es el docente de cada asignatura el que debe valorar si la necesita. No hay que hacer adaptaciones que no sean realmente necesarias si lo que queremos es ayudar al alumno. Es mejor que saque un 5 sin adaptaciones que un 7 con ellas.

Adaptaciones curriculares significativas (ACS)

Las adaptaciones curriculares significativas (ACS) son aquellas en las que tenemos que hacer una modificación significativa de los contenidos curriculares. No pueden aplicarse a cualquier alumno, sólo a los alumnos NESE (con Necesidades Específicas de Soporte Educativo. Hay muchas categorías de NESE, por ello, lo detallaré en otro post para no liar y para centrarme esta vez en las adaptaciones.).

Para aplicar una adaptación curricular significativa, el alumno tiene que tener dos años o más de desfase curricular y la adaptación será de dos niveles inferior al nivel que se está cursando. Es decir, siempre son de, al menos, dos cursos por debajo del curso que está cursando el alumno en ese momento. Así, un alumno que está en tercero de la ESO y tiene una adaptación curricular significativa trabaja contenidos de primero de la ESO.

Este tipo de adaptación se dan en pocas ocasiones por sus características y pueden tener consecuencias a nivel de titulación en la ESO (lo comentaré más abajo). Además, en estas adaptaciones se tiene que informar a la familia, y la familia pude oponerse a que se aplique la adaptación y tienen que constar en el boletín de notas como ACS.

Adaptaciones curriculares no significativas (ACNS) o refuerzo

Las adaptaciones curriculares no significativas (ACNS) o de refuerzo son las más comunes. Consisten en reducir los contenidos a los mínimos indispensables para ese nivel escolar y pueden aplicarse a cualquier alumno, sea un alumno con NESE o no. Es decir, se puede aplicar a cualquier alumno que tenga dificultades con una asignatura en concreto y no supone rebajar los contenidos curriculares a niveles inferiores, si no trabajar los imprescindibles para superar ese nivel. Por ejemplo, un alumno de tercero de la ESO con ACNS trabaja los mismos contenidos que sus compañeros, pero sólo aquellos que son esenciales.

Las ACNS incluyen las adaptaciones de acceso, que son las que consisten en facilitar que un alumno puedo acceder a los contenidos. Por ejemplo, aumentando el tamaño de la letra, dando más tiempo para realizar las actividades, espaciando y dividiendo los enunciados complejos, usando pictogramas, actividades de relacionar… Todo ello serian ejemplos de ACNS.

Este tipo de adaptaciones no necesita del consentimiento familiar, aunque sí debemos informarles y deben constar en el boletín de notas (marcado, normalmente, como RE o ACNS), y se aplican tanto a alumnos con NESE como a alumnos que no tienen diagnóstico alguno pero presentan dificultades. Son las adaptaciones más comunes y menos “perjudiciales” puesto que no afectan a la titulación.

Enriquecimento curricular o aceleración

No me voy a extender porque ya expliqué la semana pasada en otro post qué es el enriquecimiento curricular o aceleración, pero son aquellas adaptaciones al alza que podemos hacer a los alumnos con Altas Capacidades (NESE) o a alumnos que, por la circunstancia que sea, tienen un dominio mayor de una asignatura que el resto. Consiste en darles actividades y contenidos de nivel superior al que están cursando.

¿Cómo se evalúan?

Las adaptaciones curriculares, a diferencia del enriquecimiento, se evalúan de acuerdo con lo trabajado en la adaptación y se marca en el boletín de notas para que quede constancia que es la nota de la adaptación, y no la nota del curso que está cursando el alumno. Es decir, si un alumno de tercero de la ESO tiene una ACS de matemáticas (recordemos que trabaja a nivel de primero de la ESO) y saca un 6 su nota en el boletín es 6 ACS, lo que quiere decir que tiene un 6 de los contenidos de primero. Si en cambio tiene una ACNS le saldrá un 6 RE (o 6 ACNS) y significa que tiene un 6 de los contenidos mínimos de tercero.

Estas adaptaciones, tanto las ACS como las ACNS son buenas para el alumno en tanto que le sirvan para avanzar en sus conocimientos e ir poniéndose al día para llegar al nivel correspondiente al curso en el que está matriculado. Son muy efectivas si se aplican bien, en la mayoría de casos, y se hacen sólo cuando es estrictamente necesario. Si aplicamos adaptaciones a un alumno que no las necesita corremos el riesgo de que se acomode o se aburra, y no le estaremos sacando su máximo potencial.

Para que sean efectivas hay que aplicarlas cuanto antes mejor, a más temprana edad más posibilidades hay de poder quitarlas luego, e ir reduciéndolas hasta hacerlas desaparecer a lo largo de su escolarización para que no le perjudique en su titulación.

¿Cómo afectan a la promoción y a la titulación en secundaria?

Las ACNS o refuerzos no afectan de ningún modo a la promoción y la titulación, puesto que no rebajan los contenidos curriculares más allá de los mínimos exigidos en el curso presente. Pero las ACS sí que pueden tener consecuencias en la promoción y la titulación de los alumnos, por eso es importante entender bien qué son y cuando son necesarias.

Un alumno con ACS, aunque las haya aprobado todas, puede repetir curso si el equipo docente considera que será positivo para él y le ayudará a consolidar conocimientos que más adelante permitan retirar alguna o todas las ACS. Recordemos que aunque lo haya aprobado todo con ACS lo que ha aprobado es dos niveles inferiores al curso que queremos promocionar. Por tanto, cuando hay ACS, la decisión final sobre la promoción del alumno la tiene el equipo docente, independientemente de las notas que tenga el alumno.

Para titular la ESO, una vez terminado y aprobado el cuarto curso, un alumno no puede tener más de una ACS. Si tiene más de una no podrá titular, como no podría hacerlo si tuviera más de dos asignaturas suspendidas (normativa prepandemia). La Normativa dice concretamente “un alumno podrá titular con un máximo de una ACS i una asignatura suspendida”, con lo cual la asignatura con ACS le cuenta (a efectos de titulación) como una asignatura suspendida porque está trabajando a nivel de segundo de la ESO. Por eso, sobretodo en el último curso, es muy importante valorar si realmente esa ACS es necesaria o podemos ir a mínimos y aplicar una ACNS.

¿Conocías todo esto sobre las adaptaciones curriculares? Si todavía te queda alguna duda, estaré encantada de resolverla en los comentarios.