Si me sigues en RRSS sabrás que he pasado, recientemente, una semana en Finlandia para conocer su sistema educativo y visitar centros educativos para conocer de primera mano cómo trabajan allí gracias al proyecto Erasmus+ de nuestro centro. El objetivo es ver qué buenas prácticas podemos traernos a casa para mejorar nuestra práctica docente y nuestro centro.
La verdad es que este tipo de proyectos son altamente recomendables porque además de formativos son experiencias únicas que te enriquecen enormemente a nivel personal y profesional. Yo os recomiendo que, si tenéis ocasión o la tienen vuestros hijos, no dudéis en participar en programas europeos de este tipo.
Si bien es cierto que el sistema educativo finlandés tiene muchas cosas buenas (algunas aplicables en nuestro país y otras no porque requieren cambios normativos de raíz) he de decir que, en cierto modo, se nos cayó un mito con ciertas cosas. Eso pasa porque se nos vende una realidad algo distorsionada a través de los medios ya que algunas cosas se exageran o se relativizan en función de los intereses de alguien.
Mitos de la educación finlandesa
- No usan libros de texto: es totalmente falso. No sólo usan libros de texto, si no que me atrevería a decir que en general usan más que muchos de los centros de aquí. En primaria los libros de texto son similares a nuestros “workbooks” de inglés: libros con ejercicios a resolver en el mismo, prescindiendo así de los cuadernos. En secundaria algunos siguen siendo así y otros se asemejan más a los nuestros y sólo contienen contenidos teóricos.
- Trabajan todos los contenidos mediante proyectos interdisciplinares: también es falso. Lo hacen en momentos puntuales del curso, normalmente concluyen con una jornada de puertas abiertas para que los padres participen de ello, y suelen ser más tipo semanas temáticas que proyectos propiamente dichos (temática medioambiental, las estaciones…). Pero en su mayoría trabajan los contenidos desde cada área.
- No hacen deberes: no sólo es falso si no que casi es justo al revés, los alumnos tienen bastantes deberes para hacer en casa, pero no los tienen de tantas asignaturas como los nuestros (cuando os hable del sistema educativo lo entenderéis perfectamente). Allí los profesores explican durante los 10-15 primeros minutos de la clase y luego todo es trabajo autónomo de los alumnos, quién no lo hace en clase lo hace en casa, además de lo que se pueda poner de deberes, si se pone.
- Son muy inclusivos: tampoco es verdad del todo si entendemos la inclusión como tener grupos heterogéneos en el aula y a tender a cada uno según sus necesidades. Ellos tienen tres niveles de refuerzo, y el último nivel es sacarlos de clase en un grupo a parte que trabaja a otro ritmo.
- Dominan a temprana edad varias lenguas: es un mito y no. En primaria empiezan sólo con su lengua materna (el finlandés) a los 7 años. A partir de los 10 se introduce el sueco, la segunda lengua del país. No es hasta secundaria (13 años) cuando introducen el inglés y en el bachillerato pueden escoger una cuarta lengua (alemán, español, francés, italiano… según la oferta del centro). Lo hacen de manera gradual y muy pausada porque consideran que hasta que uno no domina su lengua materna no puede dominar una lengua extranjera (algo en lo que estoy plenamente de acuerdo). Eso sí, como su televisión no dobla absolutamente nada, si no que lo ven todo en versión original subtitulado en finlandés, les es mucho más fácil aprender otros idiomas. Pero como veis, nada tiene ver que su planteamiento con el nuestro, que queremos que nuestros hijos hagan inglés cuanto antes mejor pensando que así sabrán más inglés que nosotros.
- No hacen exámenes: no es cierto, no sólo hacen exámenes exactamente igual que nosotros para evaluar si se han consolidado los contenidos, si no que además hay una competitividad muy grande ya que en función de la media que sacan en secundaria pueden cursar bachillerato en un centro y otro. Además, después de bachillerato hacen un examen externo muy similar a nuestra selectividad.
- No existe la competitividad: es falso por lo que comentaba antes. En función de la media sacada en secundaria un alumno es dirigido a bachillerato o a vocational (nuestra FP). En el caso de España se les da a los alumnos un consejo orientador recomendándoles una u otra cosa y es la familia quién tiene la última palabra. Allí la familia no opina, en función de la media se les dirige a una u otra cosa automáticamente. Además, de entre los que van a cursar bachillerato, en función de su nota media podrán hacerlo en un centro o en otro; por lo que hay centros de primera y de segunda.
- No existen los colegios privados: sí existen, sólo que el concepto no es el mismo que aquí. Allí la diferencia entre un centro público y un centro privado es de dónde recibe la asignación para funcionar. Los centros públicos se financian desde los Ayuntamientos, con los impuestos que pagan los ciudadanos, en cambio los privados los financia directamente el Gobierno, por lo que tienen algo más de libertad de maniobra. Para nosotros serían públicos todos porque se financian todos con dinero público, pero ellos tienen muy clara la distinción.
- Las jornadas lectivas son más cortas: no más que las de los centros públicos con jornada seguida de nuestro país. Los horarios son prácticamente los mismos que los nuestros, aunque los suyos son flexibles. Además, ellos cursan un máximo de 3-4 asignaturas diarias y nosotros 6, pero en el mismo período de tiempo.
Aunque es cierto que para muchas cosas tenemos mucho que aprender de ellos, y os hablaré de ello en los próximos posts, en otras no lo estamos haciendo tan mal. La verdad es que una de las cosas de las que nos dimos cuenta (éramos 3 docentes de nuestro instituto participando de esta movilidad) es que con los recursos que tenemos lo estamos haciendo bastante bien, puesto que cuando compartíamos experiencias algunas cosas de las que hacemos aquí les llamaban mucho la atención también, para bien.
Cómo os contaba nuestro centro participa en un Erasmus+, de movilidad de profesorado para formación, sobre “Combatir el abandono escolar temprano” Por si os apetece saber más sobre esta y las demás movilidades que realizaremos desde nuestros centro, podéis leer el blog que hacemos cuando viajamos, con reflexiones diarias sobre lo aprendido.
¿Conocías alguno de estos mitos de la educación finlandesa? ¿Te gustaría saber algo más sobre algún aspecto concreto en este tema? Espero tus comentarios 😉
5 Comments
Dácil Isabel Muñoz Porta
4 noviembre, 2019 at 11:14Que interesante!!! Por fin un artículo realista de la situación educativa en Finlandia.
Eulàlia Carbonell
4 noviembre, 2019 at 14:14Es que a veces nos venden cosas que no son… yo fui la primera sorprendida ante algunas cosas. Tienen muchas cosas buenas, pero como todo, nada es perfecto 😉
UnCajónCualquiera
4 noviembre, 2019 at 23:13He alucinado con las edades a las que introducen los diferentes idiomas. Aquí tres de golpe desde p3 con el galimatias que acaban arrastrando años 😵
Rocío
5 noviembre, 2019 at 17:03¡Genial el post! Debería haber más programas como este y más profesionales que lo contéis. Esperando el resto de post. ¡Gracias!
Viajar despeina
5 noviembre, 2019 at 23:19Jo pues mira, me he quitado muchas ideas erróneas, genial el post