Durante el primer embarazo es muy normal tener miedos. Muchos y muy variados. Normalmente infundados, pero que son fruto de la novedad y el desconocimiento. Cualquier cosa, por pequeña que sea, nos hace temer lo peor. ¿No te ha pasado? Porque se mueve mucho, o poco. Porque tienes poco flujo, o mucho, o de este color o del otro. Por un movimiento, un sentimiento… Por mil cosas.
Tienes miedo a que algo salga mal. Pero no me refiero sólo al miedo físico, sinó también a las dudas y miedos psicológicos: ¿lo haré bien? ¿Sabré atenderle? ¿Y si no soy capaz? ¿Le educaré bien?
Durante el segundo embarazo esos miedos iniciales fruto de lo desconocido se han desvanecido. Ya sabes que casi todo lo que te pasa es normal, aunque no lo hayas sentido o vivido igual en el embarazo anterior. La experiencia es un grado y para esto también.
Pero aparecen unos nuevos miedos, o almenos a mí me pasó. ¿Le querré tanto como a Princess? ¿Sabré tratarlas igual? ¿Cómo afectará a la mayor? ¿Lo haré bien con dos? Miles de preguntas y nuevos temores me acechaban. Supongo que nos pasa a todas.
Te preguntas si es posible volver a enamorarse con tanta intensidad. Si sabrás gestionar la nueva situación con un miembro más en la familia. Si serás capaz de no desatender demasiado a la mayor, de hacerle entender que la quieres tanto o más. Si podrás encontrar momentos en exclusiva con todos. Si sabrás educarlas para que se quieran sin rivalizar…
Pero llega el día. En cuanto le vi la carita a LittlePrincess supe que el amor no se divide, si no que se multiplica. Que siempre nos ponemos en
lo peor y los peques nos sorprenden. Que todo es más fácil de lo que parecía. Que los hermanos son la noche y el día, no se parecen en nada. Que de los errores se aprende y que todo lo arreglamos igual: con mucho amor.
lo peor y los peques nos sorprenden. Que todo es más fácil de lo que parecía. Que los hermanos son la noche y el día, no se parecen en nada. Que de los errores se aprende y que todo lo arreglamos igual: con mucho amor.
Y a todos esos miedos que sientes respecto al que viene en camino, se le suman los que te atormentan respecto al mayor: ¿se sentirá desplazado? ¿cómo hago para que no sienta celos? ¿Le puedo ayudar de algún modo con tanto cambio? ¿lo pasará mal?
Porque educar tampoco es fácil y los peques, en general, son bastante reticentes a los cambios… Pero ahora con distancia puedo decirte que si le pones todo tu empeño y tu amor, no puede salir mal. Hay momentos muy duros, es cierto, pero hay otros en los que estornudas confeti.
Y así llevamos cinco meses, superando miedos y queriéndonos los cuatro como si no hubiera mañana.
¿Y tú, a qué le temes/temiste en tu segundo embarazo?
3 Comments
arantxa en mi cajón de sastre
22 marzo, 2017 at 08:38¡Cuánta razón! Mi principal miedo en el segundo embarazo fue si le querría como a la mayor. Estaba aterrada y la verdad es que sí, al final quieres a todos por igual.
Eulàlia Carbonell
23 marzo, 2017 at 19:07Da hasta vergüenza pensarlo, ¿verdad? A mí era algo que me angustiaba mucho. Pero he corroborado que el amoe no se divide, se multiplica! Gracias por pasarte preciosa 🙂
mifertilidad.es
20 julio, 2023 at 13:09El miedo en el embarazo es comprensible, pero recordemos que estamos rodeadas de apoyo médico y emocional. Confía en ti misma y en los profesionales para vivir este hermoso proceso con tranquilidad.