Miss mimosos: fieltro con mucho amor

Los que me seguís en Instagram sabéis que ayer me llegó un paquete muy bonito a casa y que prometí que hoy, coincidiendo con el santo de Princess, lo abriríamos y os contaríamos qué era… Así que allá voy!

Descubrí a Irene, de Miss Minosos, casi por casualidad en mi red social favorita: Instagram. No sé cómo llegué a su
instagram, no lo recuerdo. Pero sé que en cuánto llegué me enamoré de su galería y de sus mimosos. Ya sabéis que me pirra lo hecho a mano, y si es personalizado mejor. Por eso me encantó todo lo que hace y hoy os lo muestro. Aquí tenéis una pequeña muestra de los mimosos tan bonitos que hace:

Hace algo más de dos años llegó al mundo Mateo (hijo de su mejor amiga), el “culpable” de que Miss Mimosos exista. ¡¡Gracias Mateo!! Él fue el primero en tener uno, y luego vinieron muuuchos más. Irene tiene una galería preciosa en la que puedes escoger qué modelo de mimoso quieres, cuál te gusta más. Pero es que además puedes rediseñarlo (como hice yo) como quieras y personalizarlo al gusto. Y hablando de gusto… de eso tiene un rato la chica! Cualquier cosa que se os ocurra ella lo hace realidad y si lo dejáis en sus manos será precioso seguro.

Además Irene es una chica majísima que destila amor por todos lados: tiene un trato muy dulce y amable, es detallista y sabe tratar a la gente. La dulzura de sus mimosos la lleva ella en su persona. Cuando tratas con ella lo hace con tanto cariño que parece que la conozcas. Le mandas un mail y ya sabes que terminarás cayendo una y otra vez, porque entre lo bonitas que son sus cosas, el cariño que le pone y lo bien que te trata no te queda otra.

Hace ya tiempo que quería poner algo especial en la habitación de Princess, concretamente en la puerta. Y los mimosos me encantaban así que cuando vi que empezaba a colgar en Instagram fotos de nombres para colgar en las puertas lo agregué a mi wishlist. Pero ninguno de los modelos que colgaba ella me convencía. Estaba enamoradísima de sus buhitas, ¡cómo no! Así que me decidí a escribirle y contarle lo que me apetecía. Tenía que tener una buhita si o si. Y una luna. A Princess y a mí nos encantan las lunas. Todo eso no era discutible. Se lo comenté y ningún problema, “mis deseos eran órdenes”. El nombre de Princess es compuesto (al más puro estilo mallorquín) y laaargo. Eso podía ser un problema. Pero Irene lo resolvió rápidamente! No os hago esperar más, éste fue el resultado:

¡Y cómo veis Princess casi se vuelve loca de la emoción! ¡Le encanta! ¡Hasta le ha dado besos! ¡Y a mi más! ¡Ya estamos pensando qué será lo próximo!

¿Qué os han parecido los mimosos? ¿No os parece un regalo genial? Contadme, contadme.