Hoy vengo a hablaros de un recurso que me ha encantado, como madre y como docente. Aunque, como bien sabes, yo soy profesora de secundaria, he de decirte que he valorado este recurso con maestras de primaria y de pedagogía terapéutica y coincidimos en lo básico. Es un recurso muy útil a la hora de trabajar las emociones con los peques.
Este programa de educación emocional para primaria llamado Be Happy, de VOCA Editorial, está dividido en cursos: son 6 libros, uno para cada curso de primaria. En nuestro caso hemos analizado y puesto en práctica el de segundo curso, que es el que está cursando Princess ahora, y nos ha gustado mucho. Para empezar porque está bien fundamentado pedagógicamente (no siempre es así), el material es atractivo y está perfectamente adaptado al público al que se dirige.
Se trata de un cuadernito, delgadito pero con mucha miga, para ayudar a los peques a identificar y trabajar las emociones a través de actividades divertidas, simbólicas y creativas. Si bien es cierto que a mí me gustan más las actividades manipulativas que escritas, las propuestas de este material son fácilmente adaptables a algo más vivenciado, y eso me ha gustado porque hemos podido hacer la actividad propuesta en el cuaderno y luego materializarla en algo tangible. Otras directamente nos permitían crear algo tangible. Luego hablamos más sobre ello.
El material se estructura en 10 unidades temáticas. Las dos primeras, tituladas “Álbum de las emociones” van dirigidas a identificar las emociones, tanto propias como ajenas, y a detectar en qué momentos las sentimos. El resto, son actividades de empatía, role playing, creatividad, reflexión… todas dirigidas a trabajar nuestras emociones y a entender las de los demás.
La tercera unidad es “Mi caja de las preocupaciones” y se trata precisamente de eso: de crear una caja (físicamente, porque viene con un recortable) en la que ir guardando nuestras preocupaciones a lo lago del día y aprender a abriarla sólo una vez al día. Una vez creada y decorada la caja al gusto, tocará pensar qué ponemos dentro: escribirlo en un papel y meterlo en la caja.
“Guionista de mi vida” les hace reflexionar sobre las cosas que les gustaría cambiar. Se trata de analizar el día anterior y las emociones que sentimos e imaginar cómo nos habría gustado que fuera el día y cuál habría sido la emoción que lo hubiera acompañado.
La quinta unidad, “Hay un amigo en ti” les invita a reflexionar sobre las cualidades que debe tener un buen amigo y cómo debe tratar y relacionarse con el resto.
“Escribo desde el corazón”, la sexta unidad, es un álbum de sus momentos importantes y las emociones que los acompañaron. Termina con un carta para dar las gracias o pedir perdón de corazón para entregársela a esa persona especial.
La séptima unidad es una de nuestras favoritas, “Mi busqueda del tesoro”. Se trata de pensar cuáles son nuestros tesoros más valiosos y ordenarlos por importancia. Luego redactaremos los mayores tesoros de nuestra vida para meterlos en un cofre del tesoro imaginario (en nuestro caso en un cofre real que guardamos con cariño para abrirlo cuando sea más mayor).
“Mi diario emocional” es la octava unidad. Se trata de ir registrando, día a día, cómo me he sentido, por qué me he sentido así y qué ha pasado. A final de semana podemos hacer una valoración general de la semana y la plantilla es muy adecuada.
La unidad nueve es “El cuento” y se trata de una comprensión lectora de un cuento en el que una niña llamada Mía supera sus miedos. Luego nos invita a reflexionar sobre los propios miedos y cómo reirnos de ellos.
Y la unidad 10, como decía, es una autoevaluación de todo lo trabajado en las unidades anteriores.
Personalmente, y ahora hablo como docente, me ha gustado por varios motivos. El primero, porque les ayuda a identificar correctamente cada emoción para poder actuar en consecuencia. Hay una autoevaluación después de cada actividad (con unas pegatinas monísimas que vienen con el material) y una autoevaluación final, más reflexiva, sobre qué ha aprendido el peque con cada actividad. La última actividad es una comprensión lectora, que eso, como profesora de lengua, me parece básico e importatísimo. Finalmente, es un material sencillo al que se le puede sacar muchísimo jugo (y pienso que si yo, sin ser especialista, le he sacado tanto qué no podrá hacer con él un especialista de primaria).
Pero lo importante es, ¿qué le ha gustado más a Princess sobre este material? Para empezar os diré que le ha encantado que tenga pegatinas (le apasionan) con las que identificar las emociones y autoevaluarse. Le ha gustado muchísimo que cada unidad venga con propuesta de juegos en equipo para poner en práctica lo aprendido (los hemos jugado las tres en casa). Pero algo que la ha ganado ha sido el hecho de que al final del material haya un diploma de “Experto en emociones”, del que presumirá en su habitación.
Como ves es un material súper completo, con ejemplos de su día a día, que invita a reflexionar sobre las emociones, a identificarlas y gestionarlas, de una manera muy entretenida y muy lúdica. A nosotras, personalmente y usándolo en casa, nos ha encantado. Y creo que en una aula de primaria puede crear dinámicas maravillosas. Porque si algo tienen los niños a esta edad es que sus emociones son muy puras y sus respuestas para morir de amor.
¿Conocías este material? ¿Qué te ha parecido? Me encantará conocer tu opinión en los comentarios 😉
No Comments